Vamos juntas a buen puerto
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Lactancia materna: 13 tips para una buena experiencia
Durante el embarazo apenas dediqué tiempo a pensar en la lactancia. Lo único que sabía era que quería dar el pecho aún a pesar de ser una persona bastante reservada y tímida. ¿Cómo iba a “sacarme la teta” si estaba en la calle, delante de desconocidos o, lo que a veces es peor, delante de conocidos? Ya veríamos, me dije, si no me veo capaz pues lo dejo y listo.
3,2,1….Llegó el momento
Mi hijo nació a las 19:17 h y 15 minutos después, en la sala de recuperación, ya estaba “enganchado” al pecho de su mamá. No puedo describir la sensación que tuve, extraña pero placentera a la vez. Por un lado la felicidad de que, al final, todo había salido bien. Por otro ver cómo la naturaleza es tan sabia que hasta un renacuajo que acaba de llegar a este mundo ya sabe cómo alimentarse.
Las enfermeras tenían un propósito cuando me visitaban en la habitación: que entendiese que el bebé debía mamar a demanda, lo que significaba que no podían pasar más de 3h entre una toma y otra. Al principio fue todo un calvario porque mi hijo no quería despertarse y a mí me daba una pena infinita hacerlo viendo cómo dormía tan plácidamente. Sin embargo, si no le despertaba yo lo hacía la enfermera y (ya sé que dominan su trabajo y están acostumbradas) no es por nada, pero la delicadeza con que lo hacía a mi me resultaba dura. Hacerle cosquillas (si eso eran cosquillas,…) en los pies, echarle agua en la cara y desvestirlo,… eran sus indicaciones para despertarle. No me gustaban nada estas tácticas pero me insistían en la importancia de hacerlo. Y así los 5 días que estuvimos ingresados…..
Tanta insistencia tuvo como resultado que al segundo día el calostro dio paso a la leche y aquellas tetas que hasta entonces tenían un tamaño razonable se inflamaron muchísimo. Recuerdo una especie de “piedras” o bultos que me dolían a rabiar. Intentaba eliminarlas con masajes pero no había manera. Pregunté si con un sacaleches mejoraría y me recomendaron que no lo utilizase de momento porque eso aún incentivaba a la mama a producir más leche.
Que novata era….
Y, cómo no, también aparecieron las grietas como consecuencia de que mi hijo abría poquito la boca y el agarre no era correcto. Todo ello, junto con el cansancio de estar en un hospital tantos días no ayudaba nada. La parte positiva (siempre la hay) fue que salimos del hospital con 200 gr más del peso del nacimiento, es decir, engordaba muy adecuadamente. Eso fue todo un alivio porque aunque yo veía las estrellas cuando mi hijo mamaba, al menos se estaba alimentando bien. El dolor hizo que comenzase a leer en Internet acerca de la lactancia. No entendía porqué ese malestar si siempre había creído que eso de dar pecho era coser y cantar. Nadie, nunca, (no tenía referencias de amigas que hubiesen tenido ese problema) me había comentado que eso pudiera pasar.
Entonces descubrí, (y me dí cuenta de lo “novata” que era) que no sólo podía pasar sino que era bastante frecuente que, al menos al comienzo, la lactancia no fuera “fácil”.
Aquí te dejo unos tips que a mi me hubiera gustado conocer antes de dar el pecho a mi hijo:
1º tip:
Acude en busca de ayuda y comparte tu experiencia con otras mamás.
En una de las revisiones de pediatra ésta me comentó que en el centro de salud había un “grupo de apoyo” a la lactancia y que seguramente me ayudaría ir. Y allí que me dirigí. Había muchas mamás y casi todas habían tenido o tenían alguna que otra complicación con dar el pecho. Fue muy revelador y me sentí mucho más en calma. Gracias a eso corregí la postura tanto mía como de mi hijo (para que abriera más su boquita, tipo “pez”). También descartamos que no fuera un problema de frenillo.
2ºtip:
Os recomiendo que esperéis unos días después de dar a luz para compraros sujetadores de lactancia. Yo no lo hice (por eso de querer tener “todo listo” para la llegada del peque) y como resultado tuve que ir a cambiar los 4 sujetadores que me había comprado porque me quedaban todos pequeños. Había leído que con 2 tallas respecto a la talla durante el embarazo, era suficiente, pero al menos en mi caso no fue así.Recuerdo ese día de devolución y compras porque pasé muy mal rato. Mi hijo, por primera vez desde que volvimos a casa del hospital, dormía más de tres horas sin pedir teta y yo no le desperté. Como resultado, los pechos se me cargaron un montón y en los probadores yo no sabía cómo impedir que la leche saliera a borbotones. Ahora me parece casi cómico pero en aquel momento me agobié bastante.
3º tip:
Si, como yo en esa ocasión que os acabo de contar, no despertaste a tu hijo y pasaron 4.5h sin darle teta, no se lo digas a tu madre. Por favor, no se te ocurra. En mi caso desencadenó una discusión y un sentimiento de “mala madre” que hubiera preferido evitar. Con el tiempo he aprendido a decidir qué comentar y qué no y a intentar que su opinión diferente me afecte lo menos posible. Pero eso da para otra entrada (quizá varias) de blog.
4º tip:
Aunque tu matrona te diga que no lleves discos de lactancia, “llévalos”, al menos para ocasiones como la que acabo de relatar de los probadores. Ese día si yo hubiese tenido unos discos a mano probablemente la situación hubiese sido más llevadera. Prueba de varias marcas porque hay diferencias en cuanto a cantidad que absorben, tamaño que abarcan, suavidad, composición (hay de tela, bambú, algodón orgánico, algodón,..). Incluso la forma en que vienen empaquetados varía (si quieres cuidar el medio ambiente huye de los que vienen empaquetados individualmente).
5ºtip:
Cuando parecía que todo iba bastante mejor, un día me levanté con mucho malestar y fiebre y pensé que había cogido una gripe. A la vez me dolía la teta derecha y creí que me habría dado un golpe sin darme cuenta. Más adelante, después de leer bastante acerca de la lactancia, comprendí que había tenido la primera de muchas “mastitis”.
Para el malestar tomé paracetamol y en 4 días estaba mucho mejor. No obstante, si tienes dudas, consulta con tu médico y no te automediques. A mí, a posteriori, mi matrona me indicó que hubiera sido mejor ibuprofeno (yo pensaba que con la lactancia no era conveniente, pero de manera controlada y puntual no tiene porqué haber inconveniente). Por cierto, anota esta web http://www.e-lactancia.org/ porque te sacará de muchas dudas respecto a medicación.
6º tip:
En caso de que las infecciones, perlas de leche y “mastitis” sean recurrentes consulta con un especialista. Yo he tenido mucha suerte al respecto porque he contado con la ayuda de tres grandes profesionales: mi matrona, la pediatra de mi hijo y “el superpediatra” de Zaragoza el Dr. Lasarte. Sin su inestimable ayuda no hubiera llegado a donde estoy hoy con la lactancia, 18 meses después. Han sido momentos muy muy duros pero es que yo soy muy muy cabezota. ¿Será verdad que los maños somos muy tozudicos? Me costaba renunciar a algo tan maravilloso y con lo que mi hijo y yo disfrutamos tanto por impositivo de la situación.
¿Seguro que no puedo hacer algo más?
Es era mi pregunta cada vez que caía enferma de las mastitis o de las perlas de leche (tuve durante 2 meses una perla que por más que me la quitaba, aparecía al día siguiente). 8 Antibióticos he tomado (todos ellos recetados por el médico tras análisis de la leche). El último fue en el confinamiento. Esta vez la situación era aún peor. Estar recluida en casa no me ayudaba en absoluto. Fue entonces cuando, de esta situación horrible saqué lo positivo: haría camisetas de apoyo a la lactancia. Sería mi manera de apoyar a todas las mamás que han tenido o tienen problemas con la lactancia. Y así nació un nuevo proyecto dentro de esta web. Si quieres una camiseta molona hay varios modelos y ¡para toda la familia!
7ºtip:
No desesperes con las crisis de lactancia, todo pasa. Yo no sabía ni que existían hasta que tuve la primera. Fue a los tres meses (de las dos que puede haber anteriormente, a las 2-3 semanas de vida o a las 6-7 no fui consciente) y como ya lo habían comentado en el grupo de lactancia no me pilló por sorpresa. No todos los niños las tienen o pasan por todas, pero, en cualquier caso es importante estar al tanto de que existen porque es una de las causas principales de abandono de la lactancia. Es una pena que por desconocimiento pensemos que no estamos alimentando adecuadamente a nuestro bebé y por consiguiente se queda con hambre. En este enlace encontrarás mucha información al respecto https://albalactanciamaterna.org
En este caso la paciencia y la información son tus mejores aliadas.
8º tip:
Cuando no puedes acudir a un grupo de lactancia o, sí que puedes y además de ello quieres tener más información de la lactancia, te recomiendo que visites estas webs:
http://www.carlosgonzalezpediatra.com
9ºtip:
Elige tú cómo va a ser tu lactancia. Nadie, absolutamente nadie, tiene derecho a decirte si tu hijo ya es mayor para tomar pecho, o si le das muchas veces o pocas. Los comentarios tipo “¿aún toma teta? quiero pensar que en la mayoría de las ocasiones obedecen a una gran desinformación de las bondades de la lactancia materna. A mí la primera vez que me lo dijeron fue el vendedor de una tienda de música. El hombre rondaría los 43 años. Mi hijo no tenía ni cuatro meses entonces y dirigiéndose a él le preguntó ¿cómo que estás tan grande? y yo contesté “porque tomo la teta de mamá”. Entonces el dependiente se extrañó e hizo el comentario, ¿pero es que “todavía” toma? (creo que hasta le daba vergüenza decir la palabra “teta”.
Sin ir más lejos, mi propio hermano, al que quiero y nunca ha tratado de herirme, y tiene 32 años hizo el mismo comentario. Es decir, no es cosa de la edad o mala intención sino de no saber. No tener hijos y opinar tampoco ayuda.
También se da el caso de mujeres que fueron madres hace tiempo y no asumen que las cosas hayan cambiado y evolucionado. Creen y defienden que sólo vale lo que se hacía en su tiempo. “No coments” respecto al BLW en este sentido. Pero esto no sólo da para varios post, si no para un libro entero.
En fin, que la lactancia es tuya y de tu pequeñx (también el papá juega un papel importante, del que hablaré en el siguiente tip) así que no permitas que nadie te la arruine. Ya lo dice el refranero español “a palabras necias, oídos sordos”.
10 tip:
Llega hasta donde quieras llegar con la lactancia. Tanto si es por un tema médico como si es por una decisión personal, permítete decidir qué quieres hacer. Tiene mucho que ver con el tip anterior pero a la inversa. En el 9º tip te recomendaba que dieses la teta cuándo, dónde y cómo tú quisieras. En este tip te invito a que decidas tú hasta cuándo.
Yo decidí que pese a todas las adversidades quería dar el pecho y he luchado por ello. Muchas veces personas que me quieren me han dicho “Puerto, no pasa nada por dejar la lactancia, el niño está muy bien y tú has hecho lo que has podido. Si tú estás pasándolo mal no tiene sentido continuar”. Y no les faltaba razón, pero algo muy en el fondo de mi interior me impedía dejarlo. No quería renunciar al disfrute de mi hijo y al mío también (porque cuando no estaba con mastitis me parecía maravilloso). Pero esa ha sido mi elección, lo que no quiere decir que haya que actuar así. Me parece perfecto lo que tú decidas hacer, porque para eso somos libres, para decidir.
Tengo una amiga maravillosa cuyo niño tiene tres meses más que el mío. Hace un tiempo me dijo: “he decidido que ya no disfruto con la lactancia y estoy pensando en hacer el destete”. Y así fué, sin dramas para ninguno de los dos, respetando las necesidades de ambos, todo perfecto. Es un ciclo y cuando una decide que toca su fin está bien aceptarlo.
11º tip:
Que tu pareja o cónyuge esté involucrado es fundamental. No pensemos que porque no tenga que darle el biberón a su hijx su trabajo en la lactancia materna es nulo. Nada más lejos de la realidad. Yo puedo hablar por mi propia experiencia cuando digo que para mí,mi pareja ha sido y es un apoyo mayúsculo en el tema de la lactancia (y en otros aspectos también). Me ha entendido y apoyado en todos los problemas que he tenido, cuando ni yo misma me aguantaba (el dolor y/o el cansancio son muy malos compañeros).
Cuando, por prescripción del pediatra, desteté por la noche (antes que por el día, lo que es bastante más complicado) mi pareja fué la primera que se encargó de que nuestro hijo tuviera todo lo necesario para hacerlo. Se quedó a dormir con el niño para que yo pudiera descansar en otra habitación, si se despertaba le consolaba, le acompañaba,….Jamás he tenido una sola queja al respecto. Yo no he leído en demasía sobre ello, lo hemos hecho un poco de la forma natural que nos parecía, pero si quieres indagar al respecto hay libros sobre esta forma de actuar, el “método padre”.
12 tip:
Las cremas de lanolina a mi me ayudaron muchísimo cuando tuve las grietas. Yo usé la de la marca Medela (primero el bote pequeñito y luego el grande) y me fue muy bien. Los discos cicatrizantes tienen muy buena prensa, sin embargo, yo me los compré y no noté mejoría. Tomé tres botes de probióticos de la marca Lactanza para ver si mejoraban mis infecciones recurrentes. No hubo alivio ni avance (además que sobre la utilidad de éstos hay bastante controversia). Yo estaba tan desesperada que los probé pero desde luego fue una (gran) pérdida de dinero.
13 tip:
Si tienes problemas en un solo pecho no descartes dar de mamar sólo del pecho que no te duele. Yo no sabía que eso se podía hacer y gracias a vía láctea, en una reunión que estuve, me hablaron de esa posibilidad. Fue algo temporal, un par de meses, pero con muy buen resultado. Hasta que de manera natural mi hijo demandó los dos pechos y a mí ya no me dolía. Es cierto que estéticamente durante ese tiempo había mucha diferencia de tamaño entre ambas tetas pero a mi no me importó.
Espero haberte servido de ayuda. A mí desde luego me hubiese encantado y ayudado muchísimo contar con esta información antes de empezar la lactancia. Os deseo deseo de corazón una muy feliz lactancia.
Hola!